Por el avance de la pandemia

Mensaje del papa Francisco por el coronavirus: “Estamos todos en la misma barca y somos llamados a remar juntos”

El sumo pontífice rezó en soledad en la Plaza San Pedro por primera vez en la historia de la Iglesia Católica.

Francisco señaló que la crisis mundial desatada por el avance de la pandemia​ muestra "un vacío desolador que arrasa con todo a su paso" y que "los seres humanos han descubierto que no pueden seguir cada uno por su cuenta, sino sólo juntos y que nadie se salva solo".

"El señor nos interpela y en medio de la tormenta nos invita a activar la solidaridad, capaz de dar sentido en estas horas en la que todo parece naufragar", enfatizó Francisco, bajo la lluvia.

Destacó el sumo pontífice el sacrificio de los "trabajadores silenciosos", en referencia a médicos, enfermeros y enfermeras, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas y "tantos pero tantos otros que comprendieron que nadie se salva solo".

"Cuánta gente cada día demuestra paciencia e infunde esperanza, cuidándose de no sembrar pánico sino corresponsabilidad. Cuántos padres, madres, abuelos y abuelas, docentes muestran a nuestros niños, con gestos pequeños y cotidianos, cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración", agregó.

Se trató de un rito inédito durante el cual dará la bendición "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo) a todos los fieles que fue transmitido por televisión, internet y radio.

especialmente. Después rezó frente a un crucifijo que habitualmente está en la iglesia San Marcelo del Corso, en el centro romano, al que se le atribuye la sanación de la gran peste de 1522.

Desde que se desató la epidemia de coronavirus en Europa, que golpea con particular fuerza a Italia y España, el papa Francisco se ha pronunciado en varias oportunidades, recordando en particular a los médicos y enfermeras, en la primera línea de la lucha, e instando a los sacerdotes a acompañar a los enfermos y moribundos.

Las diócesis de toda la región se han movilizado para invitar a los fieles a la oración.

El papa argentino suele mencionar cada mañana la pandemia del coronavirus antes de celebrar la misa matutina privada que desde la crisis es transmitida en directo desde la pequeña capilla de su residencia en la Casa Santa Marta, donde vive dentro del Vaticano.

En una alusión al importante papel de la Iglesia católica durante las pestes que azotaron a Europa en el pasado, el papa salió el pasado 15 de marzo del Vaticano para rezar ante el crucifijo de la iglesia romana de San Marcello, que fue sacado en 1922 en procesión por los barrios de Roma para invocar el fin de la peste que la asolaba, por lo que se considera "milagroso".

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El crucifijo ha sido trasladado a la plaza de San Pedro para la bendición de este viernes.

Francisco, que ha tenido que limitar sus actos y agenda para evitar eventuales contagios, se prepara a celebrar la primera Semana Santa de la era moderna sin fieles ni procesiones.