Obesidad: cómo pasar de la 'gordofobia' al tratamiento adecuado de la enfermedad

Desde hace un tiempo se ha instalado el término "gordofobia" para señalar las situaciones de discriminación y estigmatización de la que suelen ser víctimas las personas que padecen obesidad. Pero hablar de gordofobia puede también contribuir a perpetuar una mirada equivocada y alejada de la realidad: que la obesidad es una enfermedad inflamatoria crónica, multicausal, que se puede tratar con resultados exitosos.

"El propio término autodiscrimina a quien padece obesidad, lo aísla y hasta incluso le genera cierta barrera para poder tratarse, haciéndole creer que es una persona rechazada y no una persona enferma", subraya la licenciada en Nutrición Solana Nacul.

"La persona con obesidad no decide serlo, sino que su cuerpo produce una ganancia de grasa con mayor facilidad, que en una persona que no tiene esta condición patológica", añade.

"Es como hablar de una diabetesfobia o una asmafobia... son patologías y tanto las políticas sanitarias, como laborales y sociales tienen que acompañar para que las personas que las padecen puedan acceder a un tratamiento efectivo", prosigue la especialista en Nutrición.

En ese sentido, Nacul hace hincapié en que la legislación argentina actual permite el acceso y la cobertura del tratamiento adecuado de la obesidad. "Dentro del ámbito social tiene que abrirse fuertemente la posibilidad de que se entienda que es una enfermedad tratable, con una resolución posible desde distintas áreas: nutrición, clínica, quirúrgica, endocrinológica, psicoemocional, de acondicionamiento físico..., partiendo del cambio del estilo de vida como eje para mejorar la condición de salud, o bien acceder a la cirugía bariátrica como el método más efectivo para tratar la enfermedad", argumenta.

Nacul reconoce que el estigma y la discriminación de las personas con obesidad perduran y se dan no solo en el ámbito social, sino también en el escolar, laboral, médico y hasta en el mismo ámbito familiar. "Las bromas al gordo de la familia, al gordito de la escuela y demás hacen que la persona no pueda introducirse a esto que estamos proponiendo del análisis de la patología y la solución", lamenta la nutricionista, quien remarca de manera categórica: "La discriminación se tiene que terminar".

Al mismo tiempo, Nacul evalúa que en la actualidad las redes sociales y los medios de comunicación ponen ejemplos de mujeres u hombres con una estética "casi perfecta". "Incluso muchas personas que no padecen obesidad creen que tienen que llegar a esos estereotipos propuestos, dejando de lado todos los pilares que hacen alcanzar un estado de salud óptimo", reflexiona.

"Esa concepción de la belleza está muy relacionada al peso: desde una persona muy delgada hasta una persona con exceso de grasa son miradas como fuera de lo estéticamente correcto", apunta la nutricionista, quien comenta que dentro de la oferta de tratamientos para ambos casos "la persona, con la ilusión de lograr esa imagen perfecta, va a acceder a cualquier cosa y a cualquier costo en salud".

Por eso aboga por promover, también desde el punto de vista estético, una mirada más real. "Sobre todo la persona que padece obesidad debe entender que a través de una eliminación de grasa por una lipotransferencia o una dermolipectomía o por tratamiento con inyecciones, la patología no se trata, si no se tratan los cambios de hábitos", advierte.

Y para finalizar subraya: "A la patología hay que humanizarla más. Está al lado nuestro, en la familia, en el trabajo, en la escuela y en el consultorio médico. La sociedad hoy no ayuda, discrimina. Por eso también es tan importante que en el ámbito médico exista la posibilidad de dar una explicación lógica y sensata de esta enfermedad, que es perfectamente reversible mediante un tratamiento posible de realizar, y exitoso en el paso a paso transdisciplinario".