¿Alarma por el colapso sanitario?

Con o sin Covid, sucede casi todos los inviernos pero los medios ejercen presión y los médicos callan. Así lo asegura el médico sanitarista Luis Mario Fernández Risso, quien carga contra la panicodemia y la necrofilia generada a nivel mundial.

Desde el principio de la pandemia de coronavirus, el argumento central para sostener la cuarentena fue la posibilidad de que colapse el sistema de salud. Una alarma sobre la que insisten con mayor fuerza en la última semana, luego de casi 140 días de confinamiento.

La advertencia sugiere que este inminente colapso es una novedad ¿Pero es realmente así? ¿Acaso no ocurre casi todos los años, sin Covid de por medio, y no se le pide a la sociedad que colabore?

”Algunos médicos ya lo empiezan a decir en los medios. Sabemos que esto ocurre todos los inviernos. Pero hubo una presión de los medios de comunicación, que traían un discurso único a partir de la confusión que generó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en los inicios del proceso, a lo que hay que sumarle la autocensura de los médicos”, afirmó en una entrevista con La Prensa el doctor Luis Mario Fernández Risso, médico geriatra, gerontólogo y sanitarista.

“A qué nivel habrá llegado la autocensura, que los médicos perdieron hasta la capacidad clínica de atención de una gripe” , expresó alarmado el médico, ex profesor de la cátedra de Geriatría de la UCA en Rosario, para luego comentar: “Me comunico a menudo con mis colegas geriatras en España por el tema de la otra pandemia a la que nadie le da importancia, que es la de enfermedades crónicas en los adultos mayores por el envejecimiento poblacional. Tengo información diaria y puedo decir que el problema en España y en Italia fue fundamentalmente debido a la confusión que generó la OMS al comienzo, cuando decía que no había que usar antiinflamatorios, que no había que usar corticoides. Hasta que Estados Unidos emitió un protocolo en el que acepta que la dexametasona es útil para un paciente con un trastorno respiratorio grave, acá no se usaba. Cuando, en realidad, esa droga la usábamos hace 35 años”.

- Es decir que la OMS generó una peligrosa confusión.

- Sí. ¡Porque los médicos se cuidaban, porque no sabían cómo actuar frente a una gripe grave!

- ¿El temido colapso sanitario en la Argentina es en realidad bastante habitual?

- El colapso en los inviernos en un sistema de salud fragmentado, que no financia como corresponde, en el que las asignaciones de recursos no son buenas y en el que el sector público no invierte lo que debería invertir, son fenómenos que se destapan con infecciones como esta, de una gripe grave o de un Covid, o de una bronquiolitis. Estoy casi retirado, pero durante 40 años fui médico de Pami. Manejé los 12 hospitales propios de Pami en Rosario y teníamos un servicio de internación domiciliaria. Aún con ese sistema de internación domiciliaria por el que teníamos entre 200 y 250 pacientes internados en su domicilio, durante muchos inviernos tuvimos el problema del colapso de salud. Teníamos que internar gente en otros lugares de la provincia porque en Rosario ya no había camas de terapia intensiva. Se nos morían los ancianos en la calle, en las ambulancias, porque no teníamos dónde internar. En los hospitales propios, incluso, poníamos en los consultorios externos unas especies de camillas y hacíamos internaciones ahí. Hemos llegado a internar en la capilla del Pami 2.

Y esto no solo ocurría en Pami, porque llevó a que distintos gobiernos provinciales y municipales decretaran emergencia sanitaria, que a veces duraba un mes, otras un mes y medio.

- ¿Por qué cree que ahora se está hablando del fantasma del colapso?

- Mientras sigan mezclando infección con casos será un problema. El hecho de que uno se infecte no significa que uno esté enfermo. Por ejemplo, si uno se infecta con un virus gripal, no está enfermo de gripe. Porque pueden pasar dos cosas: o que el virus de la influenza se meta en tu cuerpo y hagas una gripe, o que tu cuerpo elimine al virus de la influenza y vos no te engripes nunca. Ahora, si se mezclan esas dos cosas, se genera confusión desde el punto de vista de las estadísticas.

- ¿Qué opina sobre el hecho de que en provincia de Buenos Aires se ofrezca pagar 500 pesos por día al que se interne con síntomas de Covid?

- Eso es directamente una barbaridad. No tiene ningún sentido epidemiológico, no tiene ninguna razonabilidad médica, son esos manotazos de ahogado que se dan cuando no tenés una perspectiva cierta de cómo viene la cosa. Ocurre que los políticos viven pensando más en el tema electoral que en la salud de la población, están permanentemente viendo qué le puede caer bien a la gente.

- ¿Cree que se ha fomentado un miedo desproporcionado frente al coronavirus?

- Cualquiera sea la epidemia, lo peor que se puede hacer es generar miedo. Porque el miedo, junto al estrés, son los dos elementos fundamentales para que se caiga abajo el sistema inmunitario. Esto cualquier médico del planeta lo sabe. Encima no hubo una sola campaña nacional de cómo hacer para que la gente se nutra mejor, para que la gente tome los nutracéuticos necesarios para fortalecer su sistema inmunitario. Y no hace falta tanto: vitamina C, vitamina D, tomar sol para que aumente la vitamina D, que ya está archi demostrado su papel en la defensa orgánica. Sumemos el zinc, el selenio, que son elementos químicos fundamentales para el sistema inmunitario.

- ¿Qué otros errores considera que se han cometido?

- El error fundamental del gobierno, lo digo desde marzo, fue hacer una sola comisión sesgada para una sola especialidad médica. Cuando se enfrenta un problema social, y la enfermedad -desde el punto de vista epidemiológico- es una enfermedad en la sociedad, hay que incluir a toda la gente que sabe cómo funciona una sociedad. La sociedad no es solamente pacientes sanos y pacientes enfermos, la sociedad es vida social, es familia, es consumo, es producción… toda esta gente tendría que haber participado en la definición de un programa para enfrentar una epidemia. No hubo un solo geriatra ni gerontólogo en la comisión de asesores siendo que la población más vulnerable son los mayores de 65 años. ¿Cómo se explica eso técnicamente? El enfoque es eminentemente infectológico, nada más, ni siquiera epidemiológico.

- La otra paradoja que trajo esta situación es que, a diferencia de otros años, hay un porcentaje bajo de camas ocupadas debido a las enfermedades que se están desatendiendo.

- Ayer la llevé a mi mujer a hacerse una resonancia magnética en un sanatorio de Rosario importante y vi un lugar vacío. Las verdaderas estadísticas epidemiológicas llevan tiempo. Son series de estudios. No se puede tener resultados epidemiológicos a un mes. Cuando se estudie bien, que será en el 2021, se va a demostrar la realidad: por ahí, por tener 2.000 muertos de Covid, van a encontrar que en ese periodo de tiempo hemos tenido un montón de muertes más que el Covid. Muchísimas más, a consecuencia de cómo se enfrentó el Covid.

- ¿Qué proyecciones hace sobre la evolución de la epidemia?

- Desde marzo veníamos diciendo que el pico, como lo entendíamos nosotros desde nuestra concepción epidemiológica, se iba a presentar a fines de julio, mediados de agosto. Porque, en general, ha cambiado el clima. Antes, las gripes y las bronquiolitis se veían al principio del invierno y, hace algunos años, como ha cambiado el clima, los días más fríos están más hacia finales de julio. Pienso que la curva no tendrá grandes modificaciones en su estabilidad. Sí creo que puede haber algún punteo de la curva a mediados de agosto, porque estamos enfrentando días de mucho frío. Viene una ola polar del sur, que ya está establecida en provincia de Buenos Aires y en Santa Fe, que va a tener influencia. Porque el clima, aunque algunos no lo entiendan así porque están encerrados en su reduccionismo científico, es muy importante. Por algo las enfermedades estacionales se dan en invierno y no se dan en verano.

CIFRAS Y PANICODEMIA

- ¿Cómo deben interpretarse las cifras sobre el número de casos confirmados?

- El mismo test de PCR está cuestionado porque no se creó para estudiar virus.

- ¿Es posible saber si los muertos son por Covid, con Covid o por otras causas?

- Es casi imposible que se determine si la muerte fue por Covid o con Covid. Ya eso es una dificultad. Tenemos denuncias de muchos lugares del país, donde se ha presionado a los médicos de guardia para que cuando se presentara una muerte, si el paciente había tenido fiebre, se pusiera Covid en el certificado de defunción. Pero no lo podemos corroborar hasta que no tengamos datos.

- ¿Hasta cuándo cree que vamos a seguir con las cuarentenas?

- Atrás de todo esto está el tema de las vacunas y toda esa historia. Yo creo que hasta septiembre no vamos a tener vida normal. Tampoco la normalidad que vamos a tener va a ser igual a la anterior. Porque algunas cosas vinieron para quedarse, cosas que tienen que ver con nuestras libertades individuales. Ahí hay un foco de conflicto que se las trae. Ya en marzo denunciamos el sistema de control social, porque decíamos “Ojo que en China están haciendo lo que hacen porque no hay libertad de ningún tipo, ni de prensa, ni de información, pero eso no lo podés extrapolar a sociedades occidentales”.

- Pero parece que sí…

- Es la prueba de laboratorio. Quedó demostrado que hoy la sociedad occidental puede tener un sistema como el chino. Y esto tiene consecuencias políticas y sociológicas inexorables.

- No caben dudas de que la población de adultos mayores se tiene que cuidar especialmente y tomar los recaudos necesarios para no exponerse al virus.

- Sí, desde el primer día. Debería haber un equipo de geriatras y gerontólogos que marquen las conductas y que bajen los protocolos para los geriátricos y para la población mayor que vive en su hogar.

- ¿Tiene sentido, desde el punto de vista epidemiológico, que el resto siga encerrado en sus casas?

- En absoluto. En los lugares del país donde no hay brotes importantes con que mantengas el distanciamiento, es suficiente. Porque en realidad el virus no anda volando en el aire y esperando a ver dónde se mete. Si a vos nadie te tose encima ni te escupe las gotitas de flügge, no hay ningún riesgo de que el virus entre. Y, si entra algún virus que anda por el aire, no es suficiente para producir enfermedad. Porque hay algo que se llama “la carga viral” que tiene que ver con la cantidad de virus que entra en el organismo, y que se ubican en dos lugares: primero en las fosas nasales y después va a la garganta. O sea que tenés dos o tres días para atacarlo en esos lugares. Pero, para que llegue a esos lugares, tiene que llegar en cantidad.

- ¿El barbijo era necesario para la teatralización del pánico?

- Vivo frente a una plaza, muy arbolada, y veo pasar a la gente corriendo con el barbijo. Algo que no es saludable porque se está respirando un oxígeno que no es puro como el que tenés sin el barbijo. Pero fue tal la epidemia de pánico o la panicodemia que va a llevar mucho tiempo sacarle a la gente ese miedo. Porque es tal el peso de los medios de comunicación cuando informan de una manera tal como la que han informado, donde todos los días se hacía un culto de la necrofilia, contando cuántas personas morían en Nigeria, en Estados Unidos… el mundo se puso loco. Esta no es una locura argentina. La panicodemia no nace en la Argentina, sino en los países centrales. Entonces no va a ser fácil para nosotros, en los países más periféricos, sacarle a la gente ese miedo. Fue lamentable ver vecinos que se denunciaban, eso destruye a una sociedad. No sé si los que están detrás de todo esto no es lo que buscan con el distanciamiento.

- ¿Piensa que los niños volverán a la escuela?

- Yo diría que este año, desde el punto de vista educativo, tenemos que olvidarnos de lo presencial. Estamos ya entrando en agosto.

- Habrá que ver los daños colaterales que dejó todo esto.

- Facundo Manes enumera en un artículo reciente la cantidad de enfermedades mentales que vamos a tener que sortear después de agosto, muchas de ellas en los chicos. Eso va a ser mucho más grave que el Covid.