Precios estables para el dólar libre y el oficial



La divisa norteamericana se negocia en la plaza informal a $6,26 para la venta, mientras que en el segmento oficial, el billete se paga a $4,61 en casas de cambio y bancos

El cierre de la actividad cambiaria encontró al dólar oficial en las pantallas del microcentro porteño a $4,57 para la compra y entre 4,61 y 4,62 pesos para la venta. El euro, por su parte, cotizó a 5,61 y 5,79 pesos para ambas operaciones.

El real brasileño, una moneda clave para el país por la magnitud del intercambio comercial con Brasil, subía 0,4% a 2,0235 por dólar, y aquí quedó a 2,27 pesos.

Fue "una rueda tranquila en que la divisa operó lateralizada durante la mayor parte del día y repuntó sobre el final", informó Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio. Los operadores señalaron que esta semana volvía a registrarse una menor liquidación de divisas por parte del sector agroexportador, lo que mantenía el volumen negociado en niveles mínimos.

El dólar que surge de las operaciones de contado con liquidación, vehículo para la fuga de capitales, quedó en $6,62, un 44% más que el que se ofrece en el mercado mayorista formal.

"Pobre, chato, deslucido y sumamente tranquilo son particularidades o cualidades que conviven casi a diario dentro del mercado de cambios en las últimas ruedas", resumen desde la mesa de cambio de Puente.

El Banco Central se alzó con cerca de u$s15 millones en el mercado mayorista. Con un volumen total negociado de u$s244 millones el tipo de cambio mayorista ganó otras 3 milésimas y terminó cotizando entre los grandes players en $4,598 por dólar.

En las casas de cambio de Uruguay, el dólar se negoció para la venta a 6,97 pesos argentinos por unidad.

En su afán por aumentar la recaudación y "desdolarizar" la economía, el Gobierno de Cristina Kirchner ha reforzado el papel de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el ente recaudador de impuestos.

La AFIP, explica a EFE el economista Fausto Spotorno, "actúa como un Gran Hermano, especialmente en el tema del dólar", y el Gobierno trata de utilizarlo como "método de presión para evitar que los consumidores compren dólares y para controlar las operaciones inmobiliarias".

Sin embargo, agrega Sportono, las acciones de la AFIP no se han traducido en un aumento de la recaudación fiscal real. "Sigue habiendo una evasión similar, de entre el 30 y el 40 por ciento, estimulada por el empleo en negro, que no baja del 34 por ciento", opina el economista jefe del Centro de Estudios Económicos Orlando Ferreres.

Frente al enorme peso de la economía sumergida, aumenta la presión fiscal sobre las empresas porque no en vano Argentina es el sexto país con mayor presión tributaria empresarial del mundo, según un informe del Banco Mundial, recuerda Sportorno para quien el "cepo al dólar" tiene todavía un largo recorrido.

"Hay un gasto público récord y Argentina necesita miles de millones de dólares para pagar su factura energética", concluye.